Las mascotas y el frío: cuidados y salud
¿Sabías que nuestras mascotas también sufren con el frío y necesitan protección para enfrentarlo? No caigas en el error de dejarlas desprotegidas solo porque tengan pelaje. Aprende cuándo y cómo resguardarlas de las bajas temperaturas.
Así como los humanos, nuestros peludos amigos pueden enfermarse si están expuestos al frío intenso durante mucho tiempo, y en Chile estamos ad portas del invierno con temperaturas a la baja y las primeras lluvias en la zona central y temporales en la zona sur.
¿Cómo puedes saber si tus mascotas tienen frío?
- Temblores
- Rigidez muscular
- Somnolencia
- Respiración calmada o lenta
- Sequedad en la piel
¿Qué medidas puedes tomar?
Es recomendable proporcionarles abrigos cuando salgan a la calle, especialmente si son mayores o tienen el pelo corto.
Y, además de abrigar a tu compañero fiel, es aconsejable seguir algunas pautas:
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Lo más recomendable es sacar a pasear al perro en las horas del día más cálidas, así evitamos el frío extremo.
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Cuando el clima no permita paseos largos (por lluvia o nieve), es mejor acortar la caminata y dedicar tiempo a jugar en casa.
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Es esencial limpiar las patas y el vientre de los perros al regresar a casa después de caminar sobre nieve o en terreno con barro para eliminar cualquier rastro de hielo o tierra, y revisar regularmente si tienen grietas en las almohadillas o enrojecimiento entre los dedos.
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Los gatos mayores deben quedarse en casa durante los períodos de frío extremo, y asegurarse de que incluso los gatos jóvenes y saludables tengan acceso fácil a refugio y calor. Los gatos están particularmente en riesgo de intoxicación por anticongelante en esta época del año, lo que puede ser mortal incluso en pequeñas cantidades. Por lo tanto, es crucial almacenar y usar los productos anticongelantes con cuidado, limpiar cualquier derrame completamente y comunicarse con el veterinario de inmediato si un gato muestra signos de intoxicación por anticongelante.
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Los pequeños mamíferos como conejos y cobayas, que generalmente viven al aire libre, son vulnerables al frío y la humedad a pesar de su pelaje denso. Por eso, debemos asegurarnos de que sus refugios al aire libre estén protegidos adecuadamente contra la nieve, las heladas y la lluvia invernal. Es importante agregar más ropa de abrigo como papel de periódico, heno u otro material que sean aislantes y cubrirlos con una manta o lona vieja. Además, es crucial revisar su agua con regularidad, ya que puede congelarse cuando baja la temperatura.
Si el clima se vuelve muy severo, es posible que debas trasladarlos a un lugar bien ventilado con luz y espacio para hacer ejercicio.
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Las personas que tienen aves de corral, cerdos, cabras u otros animales de traspatio deben verificar las fuentes de agua potable con frecuencia para asegurarse de que no estén congeladas y proveerles de un techo o refugio con material aislante (heno, paja, viruta) donde guarecerse del viento, la lluvia y la nieve.
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Cuando se trata de cachorros, mascotas mayores o en recuperación, es especialmente importante controlar la temperatura a su alrededor para evitar resfriados o agravamientos de enfermedades como la artritis o asma. En estos casos, debes evitar cortarles el pelo, asegurarte de que su cama no esté en contacto directo con el suelo ni con corrientes de aire, etc.
Si notas algún empeoramiento o tienes alguna duda estamos siempre atentos para ayudarte.